Los socavones, las grietas y los baches vuelven a inundar Madrid pese a la 'operación asfalto'

Peatones que tropiezan, motoristas que circulan a tientas, conductores que dan volantazos y ciclistas que acaban con sus ruedas. Las calles de la capital se han convertido en una pista de obstáculos para los madrileños tras años de falta de mantenimiento y a pesar de la última 'operación asfalto'.

El Ayuntamiento de Madrid recuperó en 2014 una iniciativa que venía a parchear la dejadez municipal respecto a las vías públicas. Ana Botella invirtió 13,4 millones de euros en asfaltar 70 trazados —la mayoría, grandes arterias— en todos los distritos salvo el de Moncloa y con los vecinos de Villa de Vallecas como los mayores beneficiarios. El arreglo incluyó la calle Goya, en la Milla de Oro de la ciudad, el Paseo del Prado, Cardenal Herrera Oria, la Carretera de Canillas, Ríos Rosas o el Paseo de las Delicias.

Un año después, sin embargo, los boquetes han vuelto a aparecer en zonas que ya habían sido tratadas. Así, hoy pueden encontrarse socavones, grietas o rodadas de grandes dimensiones en San Bernardo o en plena Gran Vía, como muestran las imágenes. La última auditoría sobre motos en zonas urbanas del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) detectó puntos peligrosos en el Paseo de la Castellana, Bravo Murillo o Alcalá, a razón de 55 baches de distintos tipos en 15,2 kilómetros de extensión; o, lo que es lo mismo, una irregularidad en el firme por cada 275 metros de vía urbana.

Los miembros del colectivo En Bici Por Madrid critican la existencia de daños en la calzada y adoquines hundidos o desprendidos en el centro y en los carriles destinados a la circulación de bicicletas, lo que "no ayuda" a que los usuarios se sientan seguros. "No me puedo permitir ir por calles con baches, porque acorto la vida de la bici. Las evito por sistema y lo paso mal. Enumerarlas es fácil: todas, excepto las que han tenido operación asfalto en los últimos 2-3 años, que no son muchas", sentencia Iván Villarrubia.

El Ayuntamiento aún no sabe si repetirá las inversiones extraordinarias en 2015, aunque mantiene en funcionamiento el sistema Madrid Avisa, a través del cual recibe las quejas de los ciudadanos en cuanto a aceras, asfalto o alumbrado y se compromete a solucionarlas en el plazo de 72 horas en función de su gravedad.

La situación se repite fuera de la almendra central. "Estuvieron trabajando en el Paseo de los Ferroviarios, pero en el enlace con Domingo Párraga ya hay un agujero de, como poco, tres dedos de profundidad, si lo pillas con la moto, te vas al suelo", denuncia Guillermo, vecino de Villaverde. "Rafael Ibarra mejoró algo, pero vuelve a estar fatal. En todo el barrio hay unos baches terribles", se queja María Jesús Gumiel, representante de la asociación de vecinos Guetaria de Usera.

En las calles donde el plan municipal no intervino, la situación se ha agravado, dando lugar a agujeros donde caben sin dificultad el pie de un peatón o la rueda de cualquier vehículo.

Los residentes han anotado importantes desperfectos en María de Molina (Chamartín), las avenidas de la Guindalera y los Toreros (Ventas), la avenida de Monte Perdido (Puente de Vallecas), el Paseo de Arcentales o el entorno de Embajadores.

"La Avenida de Monforte de Lemos entre La Vaguada y la M-30 no se ha tocado en los tres años que llevo viviendo allí", se queja Paco, vecino del Barrio del Pilar. "El Barrio de la Concepción es un desastre de arriba a abajo. Como no vivimos en el centro, el Ayuntamiento se olvida de nosotros", critica Jesús, residente en Ciudad Lineal. La calle de López de Hoyos (Chamartín), que estaba incluida en la 'operación asfalto' de 2014, solo vio renovadas sus aceras, aunque el Área de Movilidad asegura que el firme será renovado por completo durante el presente ejercicio presupuestario.

Los ingenieros de Caminos atribuyen la situación a los recortes y a las "chapuzas" en las obras. En 2010, el plan de asfaltado se dotó con 3,4 millones; en 2011 y 2012 se invirtieron solo 1,43 millones y en 2013 ni siquiera se llevó a cabo. El presupuesto general de Vías Públicas (que incluye calzadas, aceras y otros espacios) se ha reducido un 46% desde 2011. La partida para remodelación de viales con cargo al programa 153.21 de vías públicas se eleva a 1,97 millones.

El Ayuntamiento adjudicó el nuevo contrato integral de infraestructuras viarias —que sustituía a los seis que existían hasta el momento— en diciembre de 2013. Los tres lotes (norte, centro y sur de la villa) fueron a parar a la empresa Dragados, que ofertó con una rebaja media del 22,44% sobre el presupuesto de licitación. La mesa de contratación se lo otorgó durante 8 años por una cantidad de 336,59 millones por ser la proposición "económicamente más ventajosa".

Los ingenieros insisten en que, cuanto peor es la conservación de las vías con grandes intensidades circulatorias, más caros salen los arreglos y más difícil es que duren en el tiempo. "Un área poco cuidada será más proclive a la degradación. Si no se renueva por completo y los daños llegan al firme, es decir, si el arreglo es superficial, volverá a abrirse en poco tiempo", explican.

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